La blefaroplastia es el procedimiento que se realiza para moldear o modificar la apariencia de los párpados. Se puede llevar a cabo para eliminar bolsas, protuberancias grasas y piel laxa colgante alrededor de los ojos. Si está pensando en hacerse una blefaropastia, seguramente esté tenga muchas preguntas al respecto. En este post de hoy, desde Clinica Weigand respondemos las cuestiones más comunes.
¿En qué casos se recomienda optar por una blefaroplastia superior?
Una blefaroplastia superior es para pacientes que tienen piel suelta o protuberancias de grasa en el párpado superior. Algunos pacientes pueden quejarse de que sus párpados se sienten pesados al final del día.
¿Cuáles son los factores más importantes a considerar para decidirse blefaroplastia superior?
Antes de realizarse una blefaroplastia superior, es necesario tener en cuenta si los resultados merecerán la pena teniendo en cuenta el gasto, el riesgo y la preocupación que conlleva una operación quirúrgica.
¿Cuál es la mejor edad para hacerse una blefaroplastia superior?
Mientras que algunos pacientes tienen un aumento de volumen en sus parpados durante sus primeros treinta años, suele realizarse a los cuarenta. También hay mucha gente que opta por ella a los cincuenta y sesenta. En definitiva, no es una cuestión de edad, ya que cada persona envejece a una edad y de forma distinta.
¿Habrá cicatriz?
Los cirujanos plásticos advierten a los pacientes de que siempre quedará una cicatriz después de la cirugía, pero el párpado se cura mejor que cualquier otra parte del cuerpo. La razón es que las cicatrices parecen estar relacionadas con el grosor de la piel y el párpado tiene la piel más delgada. La única forma de que alguien detectara las cicatrices sería fijándose desde muy cerca.
¿Los resultados son duraderos?
La cirugía consiste en eliminar grasa o, en la mayoría de los casos, piel. Esa piel que se ha eliminado no vuelve a aparecer, por lo que los resultados son duraderos.
¿Qué tipo de anestesia se aplica?
Una blefaroplastia superior se puede hacer solo con anestesia local, sedante intravenoso o anestesia general ligera. No obstante, hay pacientes que optan por realizarse dos operaciones a la vez, como por ejemplo la blefaroplastia junto a una rinoplastia o un lifting facial, por lo que es necesario utilizar un anestésico general. El tipo de anestesia debe decidirse entre el cirujano y el paciente.
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